Con las manos en la masa. Sin tregua.
Trabajando con pasión, la mejor manera de mostrar lo que uno hace, lo que uno es. No hace falta ni explicar nada.
Estas tres últimas sesiones estoy con el rostro. La verdad es que es la zona que más disfruto modelando. Me quedo hipnotizada al ver como van surgiendo los rasgos entre mis dedos.
Es una experiencia mágica, plena, difícil de explicar. Como un diálogo callado en el que las palabras van tomando forma, expresión, emoción, personalidad y fuerza propia.
Por eso no puedo parar. La sensación es muy poderosa.
Y así la escultura "Mujer, Templo Sagrado" va naciendo a la forma.
Aún está en proceso, le falta modelar bien todo el cuerpo y trabajar el cabello, que ahora muestra un exceso de volumen en la coronilla, y perfilar un poco más las facciones.
La verdad emana una energía especial.
Al natural no tiene nada que ver con las imágenes.
Mírala en comparación a mi!
Y una buena noticia, al tiempo que la voy modelando con mucho entusiasmo y energía, se ha concretado el otro proyecto que me hacia tanta ilusión y del que os había hablado. Pronto podré desvelarlo y mostrar las primeras imágenes.
Me siento exultante, muy, muy contenta!
Con cariño, feliz semana.
Creado con amor.
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