Por fin la escultura está terminada.
Qué alegría ha salido del horno divina. En éxtasis, diría por su expresión.
Ahora es más blanca, pura, y transmite tal sensación de sentirse bien, en felicidad, que quienes la ven no pueden evitar encender su mirar y sonreír.
Me encanta su cabellera, tan orgánica que termina convirtiéndose en las suaves olas de la orilla.
Es una maravilla contribuir, aún por unos segundos, a que los seres sensibles se sientan bien. Porque en unos segundos, puede cambiar una vida entera.
Creado con amor.
Elvia Cor
www.elviacor.com
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