Maternidad en la naturaleza. Oleo de Elvia Cor.

Óleo sobre lienzo.
El amor vibra de tal manera, que salta directo a la paleta abrazando a los colores plenos, rebosantes, que dan forma a ese sentimiento.
La intensidad de la emoción de tan maravilloso vínculo entre dos seres, que han sido uno, se multiplica resonando en la belleza de la naturaleza.
Incluso esta salta en las vestiduras cubriendo el abrazo de flores encarnadas.
Sin embargo, el resultado final, lleno de cromatismo, vida, descubrimiento, no hace adivinar que se ha valorado cada pincelada, que cada gesto surgió directo del corazón, pues este es el único capaz de ponderarlo todo en su justa y preciosa medida.
Y el amor... el amor verdadero, no se puede tomar a la ligera ni en una mínima pincelada.
Es imposible subestimar ningún afecto, con el amor no se juega ni para conseguir efectismo en una obra de arte.
El amor es disfrute, alegría, dulzura!
El amor es luz que emana sin pretenderlo de la propia relación entre dos almas.
No se puede forzar, ni tampoco cuando nace, evitar.
La ternura se instala en el ser que desde ese poderoso sentimiento, sueña en crear belleza.
Si vibran los trazos valientes y generosos en tu centro, al ajustar tu mirar en las zonas más desdibujadas, te darás cuenta que es tu propio sentimiento el que termina de crear este lienzo.
Como intento en todo lo que abarcan mis manos, mi pensamiento, mi emoción...
Como intento en todo lo que hago...
lo pinté con amor.
Se que es la única manera de acercar lo que creo, a ti.
Elvia Cor.